jueves, 6 de enero de 2011

Cuatro escenarios debatibles del Euro

Cuatro escenarios constituirán el juego final de la eurozona cuando grandes turbulencias se avizoran (Boone y Johnson 2010).

En última instancia, existirá una eurozona con mayor autoridad fiscal compartida, una autoridad transfronteriza de resolución común para los bancos quebrados, y quizas  una mayor integración económica. Pero existen cuatro escenarios sobre quienes formarán parte de la eurozona.

La eurozona cuenta con 16 miembros (donde brilla la ausencia de Gran Bretaña) pertenecientes a la Unión Europea (UE) –a su vez de 27 integrantes– y cuenta con un banco central, el Banco Central Europeo, a cargo de las reservas del euro y su emisión, así como del manejo monetario y la estabilidad de los precios.

Primer escenario: los rescates del FMI para Grecia e Irlanda pueden funcionar al garantizar a los inversionistas que habrá suficiente crecimiento para hacer más sostenible el peso de la deuda”. Los miembros de la eurozona podrán permanecer en su seno, aunque el perfil de la deuda de Grecia y Portugal permanecerá vulnerable, así como el lento crecimiento de Portugal y la banca española (pese a sus ocultamientos contables). Mientras el BCE compra masivas cantidades de bonos, Alemania no tiene más remedio que avalar la operación debido a las temibles consecuencias políticas –se infiere: la desintegración política de la UE.

Segundo escenario: un paquete de apoyo conjunto del FMI y la UE a Portugal y tal vez a España que estabilice verdaderamente la situación, lo cual representa la ilusión de la línea Maginot, una idea que ignora el potencial perturbador que salte a otros países potencialmente más débiles de la eurozona, como Italia, Francia o Bélgica.

Aquí es probable que Grecia abandone la eurozona y restructure sola su deuda. Alemania será generosa con sus empréstitos e Irlanda podrá permanecer en la eurozona, pero muchos de sus ciudadanos emigrarán. ¿Adónde? Tampoco existen tantos países recipiendarios en la presente coyuntura antimigratoria.

Tercer escenario: constituye la visión lúcida de Willem Buiter [economista en jefe de Citigroup], quien predice tres o más quiebras soberanas en los próximos cinco años, pues todo el mundo será más proclive a restructurar con facilidad sus deudas.

Van dos afectados (Grecia e Irlanda) y faltan tres o más para llenar plenamente el criterio humillante de los analistas británicos sobre la inevitable quiebra de los PIIGS (acrónimo inglés de Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) a los que quizá se agreguen Bélgica y Francia. Aquí no especifican quiénes se quedan o son eyectados de la eurozona.

Cuarto escenario: impensable y “bellamente articulado por la columna Lex, de The Financial Times” (25/11/10), a juicio de la dupla Boone-Johnson, que “divide a la eurozona entre los relativamente prudentes y los relativamente imprudentes, en términos de política fiscal.

Se asienta algo así como la región de un nuevo marco alemán: Alemania, Holanda, Austria, Finlandia y otros pequeños países”. Italia es eyectada, aunque su parte norte pudiera permanecer”.
 
¿Abandonará Francia la eurozona que resquebrajaría la alianza franco-alemana que inició la integración europea?

Aducen que este escenario extremo no es tan nocivo para la estabilidad política y la recuperación económica, ya que los países periféricos más débiles serán dañados durante una generación, pero la integración europea es mucho más que intentar compartir una divisa entre países con políticas fiscales divergentes y nula convergencia en productividad. Según estos autores, la zona del nuevo marco alemán se desempeñará convenientemente y es donde el crecimiento es ahora vigoroso.

La eurozona sufrirá forcejeos, pero los efectos positivos de la devaluación de las tasas de cambio serán redescubiertas, por lo menos para aquellos con mucha deuda.

El británico y anterior economista en jefe del FMI, experto en crisis financieras, Johnson, en otro artículo en solitario (Baseline Scenario, 2/12/10) aborda el grado de probabilidad de una quiebra inminente de la eurozona.

Admite que el FMI y la UE juntos poseen dinero suficiente para ayudar a Portugal y a España, en caso necesario. Pero no tienen fondos suficientes para lidiar con Italia, Bélgica y otros grandes países (léase: Francia) en caso de una secuencia de crisis este año.

Considera que una lectura minuciosa de la declaración de los ministros europeos vislumbra vivir las futuras crisis de la eurozona en dos tipos: los solventes y los insolventes, lo cual desembocaría en la creación de una coalición austera  de Alemania, Austria, Finlandia, Estonia y algunos pequeños países –un tanto cuanto el cuarto escenario referido.

Johnson adopta la teoría del efecto dominó para la eurozona, donde las fichas se derrumban en forma secuencial, al estilo de la crisis asiática de 1997.

Fuente: Periódico la Jornada 5/12/2010  Bajo La Lupa